Si te has encontrado con que alguna de tus gallinas u otras aves de corral esta moviendo el cuello de una forma muy extraña, debes saberque puede que se trate de New Castle.
Te voy a hablar de esta enfermedad tan temida por los criadores de gallinas y aves de corral: la enfermedad de Newcastle. ¿Qué es? ¿Cómo se contagia? ¿Cómo podemos prevenir? ¡Vamos a descubrirlo!
La enfermedad de Newcastle o también conocida como peste aviar, es una enfermedad vírica respiratoria altamente contagiosa que afecta a todo tipo de aves de corral.
La ciudad de Newcastle, en Inglaterra, le da el nombre porque fue descrita por primera vez en 1926 en esta ciudad situada al nordeste de Inglaterra.
Esta enfermedad es producida por un virus de la familia Paramyxoviridae y se transmite por:
- Contacto directo entre aves infectadas y sanas
- Ventilación con aire contaminado
- Objetos como jaulas, comederos o bebederos contaminados
- Ingreso de aves silvestres o animales portadores
Por eso, el control y la bioseguridad en las granjas son fundamentales.

No hay ningún antídoto efectivo para tratar esta enfermedad, la prevención a través de medidas de higiene, limpieza y desinfección, así como la vacunación para proteger a las aves es fundamental. Existen vacunas vivas e inactivadas para controlar esta enfermedad.
Sin un diagnostico de un veterinario no se puede diferenciar de la bronquitis infecciosa o de otras infecciones respiratorias y los síntomas principales no cambian mucho de los provocados por enfermedades similares.
Una de las características más preocupantes de la enfermedad de Newcastle es la alta mortalidad que puede causar en las aves infectadas, especialmente en las formas más graves de la enfermedad. En ciertos brotes, la mortalidad puede llegar hasta el 100% en las aves si no se detecta y trata a tiempo. Esto significa una pérdida económica muy grande para los criadores. Reconocer los signos tempranos y actuar rápidamente es crucial para minimizar las pérdidas y evitar que la enfermedad se propague a otras aves sanas.
Síntomas de la enfermedad de Newcastle
- Signos respiratorios: Jadeo, tos, estornudos, y ruidos al respirar.
- Signos nerviosos: Temblores, parálisis de alas y patas, cuello torcido, desplazamiento en círculos, espasmos y parálisis.
- Signos digestivos: Diarrea, usualmente blanca.
- Disminución o cese de la producción de huevos, y huevos con deformidades, cáscara rugosa o decoloración.
Prevención y control de la enfermedad
- Vacunación:
La vacunación es el método más eficaz para prevenir la enfermedad. Existen vacunas vivas e inactivadas disponibles.
- Higiene y bioseguridad:
Mantener limpias y desinfectadas las instalaciones, evitar el contacto con aves silvestres y controlar el movimiento de personas y equipos entre diferentes zonas de la granja.
- Aislamiento de aves enfermas:
Aislar a las aves que muestran signos de la enfermedad para evitar la propagación.
- Control de vectores:
Controlar que no haya roedores e insectos que puedan actuar como vectores de la enfermedad.
Cosas importantes a tener en cuenta
- Consultar con un veterinario:
Las gallinas que vienen de grandes granjas de recría ya vienen vacunadas, pero si son pollitos que has criado en casa te recomiendo consultar con un veterinario especializado en aves para obtener un plan de vacunación adecuado y que te asesoren sobre medidas de bioseguridad.
- Manejo adecuado de la cama:
Es importante mantener la cama del gallinero limpia, seca y desinfectada para prevenir infecciones secundarias.
- Observación:
Debes realizar revisiones periódicas de las aves para detectar signos tempranos de la enfermedad y actuar rápidamente.
Resumiendo, la enfermedad de Newcastle puede ser devastadora para las gallinas, pero con una buena prevención, la vacunación y las buenas prácticas de bioseguridad, podrás proteger a las aves y minimizar los riesgos.
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